Decía Alexis Carrel, investigador científico y escritor francés, que cada hombre es una historia que no se parece a ninguna otra. Por un lado, elReal Madrid. Club glorioso que forjó su propia leyenda a través del triunfo, de la sempiterna conquista, la creación de una identidad propia que tomaba forma asociándose con la grandeza y que impregnó de su esencia al resto del mundo a través del complejo camino de la admiración. Por otro, el BorussiaDortmund. Un viejo guerrero hecho a sí mismo, acostumbrado a resurgir de sus propias cenizas para coronar su lucha sin tregua, equipo implacable ante lo adverso, símbolo del más sólido coraje y victorioso ante el eterno desafío.
Esta noche, el Santiago Bernabéu hace un llamaiento a la historia, que tomará de la mano a uno de los dos
Los argumentos del Real Madrid pasan por prolongar su propia existencia, por regresar a una Final que le ha visto triunfar más veces que a ningún otro, por volver a unos orígenes que sentaron las bases de todo aquello que hoy le obliga, le exige; de lo que le hace ser quien es. Porque hace ya algunos años, a la Copa de Europa se la conocía como 'la competición del Real Madrid', la que hizo suya por excelencia a base de continuas conquistas que la rindieron a sus pies, algo que acentúa el dolor de ver cómo año tras año, desde el sólido muro de la añoranza, el trono de la vieja Europa sentaba a otros escudos bajo su dominio.
Los argumentos del Borussia Dortmund pasan por el desafío a todo eso, por la capacidad imperturbable, año tras año, de tumbar barreras que le alejaron de unreconocimiento que muchas veces mereció. Una contundente demostración de que la historia no la escribe el capricho de algún dios ni el destino ni la suerte, sino únicamente la voluntad de aquellos hombres decididos a ser dueños de su propia leyenda. La historia frente al desafío; la continuidad frente al estallido; la honra al pasado frente a la honra al futuro.
Encontraron el peor arranque
El Signal Iduna Park vivía hace una semana el pistoletazo de salida en el asalto a la gran Final. Borussia Dortmund y Real Madrid se veían las caras en Alemania en un primer choque, que en absoluto cumplía con las previsiones establecidas. Los hombres de Jurgen Klöpp se habían mostrado superiores a los de José Mourinho en los dos partidos disputados en la fase de grupos allá por el mes de septiembre pero, más allá de eso y atendiendo a que la suerte de los blancos en territorio germano es, históricamente, negra, si bien la derrota se presumía como posible, lo que quedaba más lejos de las más pesimistas previsiones era la goleada que el Borussia le endosaría a un Madrid inoperante, desbordado y perdido durante todo el partido.
El gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 43, que había servido para establecer el empate en el marcador calmó los ánimos de un equipo que no tardó en verse superado por el mejor juego rival; no habían merecido los blancos el equilibrio en un luminoso que no tardaría, sin embargo, en hacer mayor justicia. De la mano de un estelar Lewandowski, que marcaría los cuatro goles de su equipo, elMadrid recibía un varapalo de difícil recuperación y rápida exigencia. El margen en Liga de Campeones es escaso pero existente y en esta mínima posibilidad que ofrece la vuelta, los blancos volcaban todas sus esperanzas, poniendo en liza desde el minuto 1 tras la derrota, los más optimistas mensajes de cara a la afición. Unos mensajes que llegaban de lleno a su destinatario.
Buscan el mejor desenlace
El madridismo está decidido a hacer del duro inicio en la presente eliminatoria de semifinales, una de esas noches mágicas que no escasean, precisamente, en su colección. Por esa razón, los blancos apelan a toda la simbología que atavía a las grandes remontadas con el fin de convertir el mal arranque en el mejor final posible para rubricar una noche histórica, que además sea la antesala perfecta al pase a la gran final de Wembley. No será fácil en absoluto la proeza y, sabedor de esta realidad, el club ponía en marcha su maquinaria con el mensaje enviado por varios de los pesos pesados del vestuario madridista, junto con otros jugadores en un llamamiento para que el Santiago Bernabéu se convierta en una olla a presión capaz de rememorar las más grandes gestas en la historia del coliseo blanco.
El conjunto madridista necesita marcar tres goles y que el Borussia no anote nignuno para recoger el billete hasta una final, a cuyas puertas se ha quedado dos veces en los dos últimos años. Barcelona y Bayern fueron sus verdugos en unas semifinales a las que el Madrid espera no ver sumada su tercera "B" (Borussia).
El Real Madrid en las últimas 10 ediciones de la UEFA Champions League
El Madrid, con moral y con Cristiano
El Real Madrid llega al decisivo partido ante el Borussia Dortmund en el epicentro de unas sensaciones contrarias. El varapalo sufrido en Dortmund y el difícil escenario que la goleada en Alemania presentan de cara a la vuelta han marcado el día a día de un equipo tocado al que se le exige, a marchas forzadas, efecutar un cambio radical de mentalidad en pos de afianzar una confianza que se antoja más que necesaria. Ni siquiera la victoria ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón parece haber hecho excesivo ruido para unos hombres y una afición que ligan gran parte del éxito en la presente temporada a laLiga de Campeones. Sin embargo parece innegable que la victoria sobre el rival de la capital imprime al equipo blanco una pequeña bocanada de aire de cara al partido de este martes, que se hubiera convertido en un apretón más a la particular soga que en este momento amenaza a los de Mourinho de haberse saldado con una derrota capaz de crispar los ánimos y descentrar a los jugadores. No fue así finalmente y los blancos reciben al Borussia con la tranquilidad del deber cumplido en una Liga cuyo objetivo pasa, desde hace mucho tiempo, por afianzar la segunda plaza.
Además, los tres puntos en el Calderónpudieron arrancarse sin excesivas florituras, sin la presencia de varios de los jugadores importantes de Mourinho y en especial, sin la alargada sombra de Cristiano Ronaldo. El portugués, que jugó tocado el choque de ida en Dortmund tras sentir un pinchazo en su muslo izquierdo durante el calentamiento, llevó a cabo algunas sesiones de entrenamiento al margen del grupo y causaba baja destacable en el partido ante los hombres del Cholo Simeone. Forzando para estar en el partido más importante de la temporada, el que tanto Mourinho como Butragueño calificaban como"el más importante de los úlitmos diez años para el Madrid", Cristiano entraba hoy en la lista de convocados que el técnico luso ofrecía. Y es que pocos eran los que podían pensar que el 'hombre-ambición', el que respira por triunfos y cuyo corazón late por goles, accedería así como así a perderse una cita de este calado, llamado como está a ser el hombre del partido y el que acabe un trabajo que ya iniciase en Alemania marcando el único tanto para los blancos, aquel que puede resultar vital en las aspiraciones de los madridistas.
La pareja Ramos - Varane podría volver al eje de la defensa
Estará el portugués y estarán todos a excepción de Marcelo, que hubo de retirarse lesionado en la anterior jornada de Liga frente al Betis y cuyo plazo de recuperación se estimó entonces en torno a las tres semanas. El que también vuelve a una convocatoria europea es Michael Essien, cuya ausencia en Alemania notaba, seguramente, de forma especial elReal Madrid, pues el ghanés había venido desarrollando buenas actuaciones en el lateral diestro de una zaga que en Dortmund hubo de ocupar Sergio Ramos, regresando a una posición en la que rinde bien pero en la que no se siente tan a gusto como el centro de la defensa. Allí, junto a Varane estuvo un desacertadoPepe, cuya baja por lesión en estas semanas atrás se ha convertido en el punto de inflexión de sus actuaciones. Se estima, pues, que el regreso de Essien devuelva a su lugar a Ramos y relegue de nuevo a Pepe al banquillo.
Mención especial también para Ángel Di María. El argentino no pudo estar de inicio en Alemania debido a su reciente paternidad y a las complicaciones derivadas del nacimiento de su hija, que le hicieron viajar tarde a Dortmund en un estado psicológico que Mourinho no consideró apto para jugar. El Madridechó en falta los desbordes del jugador argentino, que sí estuvo en el derbi y cuya actuación resultó providencial para sumar los tres puntos. Su vuelta puede marcar la mejora en la oferta ofensiva del conjunto blanco, necesitado ahora más que nunca de la contundencia y la pegada goleadora que les caracterizó en la pasada temporada (121 goles en Liga) y con la que no se han prodigado tanto en la presente.
En Liga, la situación del Borussia es similar a la del Madrid
La situación del equipo de Klöpp en Liga es muy similar a la del Real Madrid. Con elBayern de Múnich coronado, el Borussia se olvidaba del título hace tiempo, centrando sus opciones en la certificación de una segunda plaza que agarra con más fuerza que su rival de esta noche, asediado aún por el Atlético de Madrid. Tras vencer al Fortuna por 1-2 sin grandes alardes y con varios de los jugadores menos habituales, los phosphorite llegan el Bernabéu con la moral por las nubes, satisfechos y con razón por el trabajo desarrollado en el partido de ida y en absoluto despuestos a sucumbir ante un Bernabéu al que respetan. Los germanos saben que la ventaja adquirida es importante pero también son conocedores de lo que se juega el Real Madrid, por lo que no esperan encontrarse al mismo equipo flojo y sin ideas al que arrollasenen la ida.
No le faltará, a priori, nada a este Borussia para encarar la vuelta con garantías, pues tanto Mario Gotze como Gundogan han superado ya las molestias que hicieron dudar de su presencia en el Bernabéu y serán de la partida para Jurgen Klöpp. La única duda reside, quizás, en la figura de Lukasz Piszczeck. El polcaco ha viajado con el equipo pero es posible que no pueda estar sobre el césped de Chamartín, ya que sufrió un problema en la ingle durante el partido de ida en el Signal Iduna Park y su entrenador aseguraba que, de llegar, sería muy justo para él.
Quien sí estará, para los quebraderos de cabeza del Real Madrid, es Robert Lewandowski. Poco descubrirán aquellos que siguen asiduamente el campeonato alemán, sabiendo ya de la calidad del delantero polaco y de sus grandes virtudes, de las que dio buena cuenta al resto del mundo para aquellos que no le conociesen tanto. El '9' del Borussia dio un recital goleador en el encuentro de ida ante el Real Madrid y él solo se bastó para anotar los 4 goles que ponen ahora en jaque al conjunto dirigido por José Mourinho. El delantero polaco aprovechó los errores defensivos de su rival para asestarle un severo correctivo sin atisbo de piedad; en esta ocasión, si las modificaiones en la zaga blanca se confirman, quedará por ver si la dupla Ramos-Varane en el eje de la defensa es capaz de poner freno al talentoso jugador.
Confianza y serenidad en el Real Madrid
El Borussia Dortmund ofreció el pasado miércoles sobrados argumentos para respaldar que la remontada es algo utópico, sólo un vago argumento con el que jugadores y club hacen más llevadero a la afición madridista la asimilación de que Europa, esa que estuvo tan cerca hace una semana, vuelve a situarse a un mundo de sus manos. Sin embargo, el Real Madrid ha ofrecido también, en muchas otras ocasiones, 'contrargumentos' que respaldan que la gesta sí es posible, que el buen juego colectivo de un equipo de enorme calidad es suficiente para tumbar a cualquiera bajo las premisas más complicadas y que pocos equipos en el mundo pueden plantarle cara. A esa segunda versión del equipo se aferran técnico, aficionados y jugadores en una llamada a la épica tan inherente al Real Madrid. La proeza no es fácil; precisamente por eso es proeza.
Mourinho: "Habrá que jugar minuto a minuto y gol a gol hasta el último suspiro"
"Ningún jugador ha salido fuera del campo ni ha dicho 'estoy lesionado' o 'no quiero jugar'. Todos quieren hacerlo y eso me da confianza y esperanza para pensar que es posible. Habrá que jugar minuto a minuto y gol a gol hasta el último suspiro”. Las palabras deMourinho, motivador nato y experto en dar cumplimiento a los más elevados desafíos, son una clara muestra del ambiente que reina en la plantilla. Palabras las del portugués que se veían respaldadas por las de Sami Khedira, concienciado plenamente en la importancia de laChampions League y en el 'factor Bernabéu': “El Real Madrid ya ha vivido en el coliseo blanco más de una noche mágica, especialmente en la Copa de Europa. Intentaremos añadir una nueva a la lista y lograr lo máximo posible”, una premisa que tienen perfectamente clara todos los jugadores.
Sergio Ramos, capitán en el campo ante la ausencia de Casillas, fue el encargado de transmitir también las sensaciones de un vestuario conjurado para ofrecer a los suyos una noche mágica en la que, posiblemente, pueda discutirse el resultado pero no la entrega: “Estamos con ganas de revancha y tenemos la misma ilusión que conlleva esta competición para el Real Madrid. El vestuario ha tenido que reunirse y saber que hay que aprovechar esta oportunidad porque nunca sabes cuándo vas a tener la posibilidad de jugar una final deChampions” declaraba el sevillano.
Optimismo contenido en el Borussia Dortmund
Saben que aún no están en la Final de Wembley; saben que en el Santiago Bernabéu les queda una auténtica prueba de fuego. Pero también saben cuáles son sus posibilidades, sus recursos. Ante el Real Madrid los han exhibido ya hasta en tres ocasiones en lo que va de la presente edición de la Champions League, sin que el conjunto blanco haya sido capaz, aún, de vencerles. Por todo esto, en el seno del Borussia Dortmund, el optimismo es más que justificado. "Es normal que el Real Madrid crea que puede remontar y actuará conforme a lo que cree. En Dortmund hemos demostrado de lo que somos capaces y también hemos entusiasmado a los espectadores con nuestro equipo. Ya veremos qué pasa” señalaba Jurgen Klöpp. Y es que el Borussia tiene muy claras cuáles son sus armas para llegar a una meta que el propio Klöppcalificaba como un sueño: "La única forma de alcanzar el sueño de alguien es ser valiente. Eso es lo que estamos intentando hacer. No es ningún problema que perdamos el partido porque puede pasar. Lo único que interesa es lo que uno ha invertido en el juego. Tienen que hacerlo lo mejor posible y ya está. No hay ninguna duda de eso”.
En el discurso motivador del técnico alemán, Gundogan ponía la nota de cautela, pues en muchas ocasiones, el tiempo, que para quien parte con ventaja suele hacerse excesivamente largo, acenutará su ritmo en un Santiago Bernabéu que no es desconocido para ellos: “Ya hemos vivido la experiencia esta temporada de cuál es el ambiente del Santiago Bernabéu. Pero jugar en este estadio es algo muy especial para cualquier futbolista. Sabemos que será un gran público pero nosotros también tendremos el apoyo del nuestro. No es un partido normal estar en semifinales de la Champions, es muy especial y no vamos a poder jugar con automatismos sino que tendremos que darlo todo porque es un partido diferente” señalaba el alemán.
Klöpp: "Será un partido muy especial"
Toda precaución será poca para un equipo que tiene buena parte de la tarea hecha pero al que le resta, si cabe, el paso más complicado en su ansiado avance hasta la Final. Klöpp se mostraba consciente de las dificultades que puede entrañarle este último encuentro: "Está claro que el Real Madrid nos puede causar muchos problemas, pero nosotros hemos demostrado que también tenemos un gran potencial ofensivo. No vamos a jugar solo a defender o a atacar. En el fútbol lo importante es siempre el equilibrio. Nuestra forma de jugar es siempre igual, cuando atacamos atacamos todos, y cuando defendemos lo hacemos todos. Siempre jugamos igual y mis jugadores tendrán que estar preparados para hacerlo porque será un partido muy especial”.
Un partido en busca de goles: el Madrid necesita un mínimo de 3 tantos; en sus filas tiene al máximo goleador de la Champions
La salsa del fútbol es el gol. Y en el caso de las eliminatorias, el sabor de este puede ser el doble de dulce o el doble de amargo. Atendiendo a que el conjunto blanco encajó la nada desdeñable cifra de cuatro tantos en elSignal Iduna Park, la gesta adquiere importancia, habida cuenta de que los deMourinho necesitan marcar tres goles y que los de Klöpp no anoten ninguno. Si lo hicieran, el triunfo exigido a los blancos debería ser de más de tres tantos de diferencia. Solicitarle esto a un equipo en cuyas filas milita Cristiano Ronaldo,sin embargo, podría desprender la idea de que el reto es más que asumible. El luso lleva anotados 50 goles en la presente temporada (31 en Liga -tantos como jornadas-, ocho en Copa del Rey -también los mismos que partidos disputados- y 12 en los once partidos de la Champions League -máximo goleador-).
Ante el Borussia, él fue el autor del único gol madridista, aquel en el que se aúpan las esperanzas de los blancos para voltear la eliminatoria y llegar, contra todo pronóstico a la Final de Wembley. Sin embargo el portugués, que se movió especialmente por su zona del campo en el partido de ida, no estuvo acertado en el remate, a pesar de la buena dirección de la mayoría de sus disparos, y a pesar de llevar el peso rematador del equipo (disparó siete de los nueve tiros a puerta que protagonizó el Real Madrid) y gambeteó por la zona más activa en ataque.
Partido de ida: Borussia Dortmund 4 - 1 Real Madrid
No obstante y a pesar de las garantías goleadoras que Cristiano suele generar, no puede olvidarse que la gran figura en este terreno, al menos en lo que va de eliminatoria es Robert Lewandowski. El delantero polaco se exhibió con una soberbia actuación ante los blancos; se movió por todo el campo en la mitad de ataque de su equipo y protagonizó algunas ocasiones más además del póker goleador. El equipo germano disparó a puerta en cinco ocasiones más que el Real Madrid, mostrando -eso sí- una efectividad que a los blancos les faltó.
Partido de ida: Borussia Dortmund 4 - 1 Real Madrid
Esta vez la victoria no será suficiente para el conjunto que entrena José Mourinho. Evocando la nada lejana pasada campaña, que les sirviera a los blancos para alzar un título de Liga merced de unos números jamás alcanzados, los 'merengues' deberán volver a hacer gala de aquella efectividad demoledora que les sirvió para dejar tantos récords en el camino, entre ellos el de 121 goles. Lo lograron, en gran parte, gracias a la gran cantidad de partidos que se ganaron por el resultado que hoy necesitan los de Chamartín. Esta vez, sin embargo, enfrente habrá un equipo de valientes soñadores dispuestos a aprovechar la oportunidad de desafiar a cualquier obstáculo para llegar al templo de Wembley y reescribir la historia. La batalla para acercarse al trono de la vieja Europa empieza esta noche a las 20:45 en La 1.
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