domingo, 30 de noviembre de 2014

Duelo en Rucker Park: ¿Te atreves?


Las estrellas del deporte que acaparan nuestra atención bajo los focos, los flashes de la prensa, las portadas de los principales diarios y la admiración generalizada, suelen tener muchas veces a unos imponentes aliados en los escenarios donde exhiben sus proezas, mudos testigos de esos pedazos de la historia en que construyen sus particulares leyendas y que acaban convirtiéndose en parte indivisible de las mismas. Staples Center (Los Angeles Lakers), United Center (Chicago Bulls), Madison Square Garden (New York Knicks) son algunos de los pabellones del baloncesto norteamericano que recogen muchos de los mayores espectáculos de la NBA.

Sin embargo, tanto en lo que al deporte de la canasta se refiere, como en otros tantos, los inicios de muchas de las grandes estrellas que iluminan ese particular firmamento, empezaron a forjarse muy lejos del marco de perfección que caracteriza a las más modernas infraestructuras deportivas. Las calles, muchas veces los barrios más humildes e incluso marginales de la geografía mundial, han asistido, impasibles, a los primeros esfuerzos de aquellos chavales que no permitieron que ni la austeridad ni la pobreza ni la dificultad, matasen unos sueños que debían elevarles a lo más alto.


Madison Square Garden es uno de los pabellones más espectaculares de la NBA

"Each one teach one" (Cada uno enseña a otro)


El rap y el hip hop que palpitan a través de los bafles, así como los vítores y aplausos que jalean al unísono las más espectaculares jugadas que se ven sobre el asfalto deRucker nos llevan hasta la calle 155 y Frederick Douglass Boulevard, conviertiéndose en el mejor reclamo para guiarnos en medio del intrínseco laberinto de calles que forman la ciudad de Nueva York, más concretamente en el barrio de Harlem.

Holcombe Rucker fue el fundador del torneo de baloncesto urbano que se disputa en la mítica cancha a la que da nombre, desde 1947. Su primera ubicación estaba en un patio de la Séptima Avenida entre las calles 128 y 129. Inicialmente aquel era un torneo entre 4 equipos que él mismo organizaba y arbitraba, con el firme propósito de alejar a los jóvenes de la delincuencia y las drogas que les rodeaban, centrando su atención en la magia de un baloncesto en el que cada uno enseñaba a otro lo que sabía hacer. El torneo se conviritó en una leyenda en los años 60 cuando numerosas estrellas de la NBA apoyaron la iniciativa de Ruckerpara participar en el mismo. Gracias a ese impulso y a las 15 horas diarias que él mismo pasaba en el playground, más de 700 jóvenes lograron una beca de baloncesto para financiar su educación.

En 1965 el torneo se mudó a su actual ubicación y en1974, la ciudad de Nueva York renombró la pista 156como Holcombe Rucker Playground en homenaje a su fundador, que había fallecido 6 años atrás, víctima de un cáncer, a la edad de 38 años, cediendo su testigo a su nieto, Chris Rucker, que actualmente continúa con la trdicición familiar.

Baloncesto callejero del más alto nivel


Si bien es cierto que en Rucker se juega un baloncesto 'de la calle', también lo es que en el Entertainment Basket Classic puede verse el nivel más alto del baloncesto no profesional, un estilo propio e inconfundible que se ha dado en llamar 'streetball'. Los maestros de ceremonias que efectúan sus particulares retransmisiones a ritmo de rap y entre bromas contínuas hacia los propios jugadores, fomentan la interacción entre el numeroso público asistente, que aclama o abuchea en medio del encendido fervor.

Harlem es un barrio dado a hacer de lo cotidiano una cultra diferente, propia y en medio de esa particular forma de entender el baloncesto, crecieron muchos de los grandes de la NBA, del mismo modo que también el cemento de la cancha de Rucker fue testigo de otras historias con un final menos brillante; sin ir más lejos Earl Manigault 'The Goat' (la cabra) , es, para muchos el mejor jugador que jamás llegó a militar en laNBA, y que no obstante, es una de las mayores señas de identidad de Rucker Park.

Su historia fue una constante lucha entre el baloncesto, las drogas y la cárcel, y aunque estas últimas no lograron impedirle convertirse en una gran leyenda del deporte de la canasta fuera de las grandes canchas, sí fueron determinantes en el devenir de una carrera que nunca pudo ser justamente recompensada. La grandeza de Manigault era tal que durante sus partidos en Rucker, unos 10.000 aficionados se congregaban alrededor de la cancha para verle efectuar algunas de sus jugadas más características, tales como el doble mate. Incluso el propio Kareem Abdul-Jabbar, mítico pívot de Los Angeles Lakers y que también se curtiese sobre el asfalto de Rucker, dijo en su partido homenaje que el mejor jugador al que se había enfrentado a lo largo de toda su carrera era, sin duda, Earl Manigault. 

Arrastrando numerosos problemas de salud por la desordenada vida que había llevado, luchó hasta el final por ayudar a esos jóvenes que siempre habían acudido a la cancha a verle, tratando de ser en esa otra parcela limpia y aguerrida de su vida, un reflejo para todos ellos. Falleció con apenas 54 años tras un ataque al corazón.

Como no podía ser de otra manera en el país del séptimo arte, su historia se llevó al cine de mano de dos películas:"Harlem's Angel" (El Ángel de Harlem),se estrenó en 1991 gracias a la productora HBO, aunque la más conocida fue Rebound: The Legend of Earl 'The Goat' Manigault dirigida por Eriq La Salle, con Don Cheadle en el papel de Manigault (1996).


Él fue la insignia, el reflejo de la lucha que lleva sobre sí misma la legendaria cancha de baloncesto pero no fue el único. Como todo viejo enclave deportivo, sus muros de cemento han visto mucha grandeza y ha dejado tras de sí un sinfín de leyendas que aún o hoy se cuentan sobre otros extraordinarios nombres propios que forman ya parte de Rucker con la misma fortaleza que sus propios cimientos. Alguna de las más conocidas son las que protagonizaron otros 'anónimos', como Herman 'Helicóptero' Knowings: Se dice de él que pasaría a la historia después de que le pitasen 3 segundos en un salto que desafió a la eternidad durante un partido de laRucker Park League; o Joe 'The Destroyer' Hammond, quien en un sólo tiempo fue capaz de endosarle 50 puntos a Julius Erving, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto; o tambiénRichard 'Pee Wee' Kirkland, conocido por meter 465 puntos en 8 partidos en una liga en la cárcel y por pasar del centenar de puntos (100 y 135) en dos partidos. También se dijo de él que se negó a firmar un contrato con los Bulls porque "podría ganar más dinero en un par de días en la calle vendiendo droga".

Del asfalto de Rucker al parquet de la NBA


Tal vez la fortuna, la mejor cabeza o una alianza entre las dos, llevó a algunos de los 'reyes' de Rucker a lo más alto del baloncesto mundial. Aferrados a los más fieles valores que Holcombe Rucker estableció cuando hizo nacer aquella idea, fueron muchos los que no sucumbieron en el camino ni se dejaron arrastrar por las malditas tentaciones que alejaron a tanto talento de un escenario acorde a su grandeza, privando así al aficionado de un espectáculo digno de ser disfrutado. Kareem Abdul Jabbar,Sebastian Telfair, Vince Carter, Wilt Chamberlain o Connie Hawkins. Son sólo algunos de los muchos ejemplos de esos jugadores que se impulsaron en la dura pista de Rucker para encaramarse hacia lo más alto, la NBA, donde después triunfaron.


Las mismas leyendas que acompañan a algunos de los nombres propios asociados a la histórica cancha, cuentan también que muchos de los jugadores de la mejor liga del mundo no osan batirse en duelo con aquellos que año tras año, exhiben lo mejor de sí mismos en el ya famosísimo campeonato anual que se organiza en el pavimento de Rucker. Quien sí se atrevió a hacerlo el pasado verano fue el alero de losThunder, Kevin Durant. Sus 9 triples contribuyeron a sumar a los 66 puntos totales que anotó, dejando tras de sí una encomiable actuación, totalmente a la altura del escenario que le rodeaba. Antes que él, otras osadas estrellas de la NBA, deasfiaron a la leyenda deRucker Park, como el mítico Kareem Abdul Jabbar, mostrando así la grandeza de quien habiendo tocado el cielo de sus propios sueños, sabe volver a unos orígenes a los que debe mucho.´

¿Quieres jugar en Rucker Park?


En pleno siglo XXI se hace impensable que todo aquello capaz de traspasar las fronteras de sus propios límites y llegar al conocimiento del mundo entero, no vaya a tener un lugar en el cine o en la parcela de los videojuegos. Tal es la fama de la cancha baloncestística de Harlem, que juegos como "NBA Street Homecourt" o “NBA Ballers” la ponen a disposición de aquellos que se atrevan a desafiar al talento que emana desde sus muros.


Rucker Park puede considerarse en muchos sentidos la mejor cantera baloncestística del mundo. Su particular 'proceso selectivo' es tal vez una prueba de fuego para aquellos que botan el balón sobre su asfalto y que al lanzar a canasta, ven más allá del aro, el difícil pasillo hacia sus sueños. Superar los obstáculos que envuelven a Rucker Park y su entorno no es algo sencillo y engrandece, por tanto, a quienes por encima de ser los mejores jugadores del mundo, son también triunfadores por sobre lo más duros rivales y circunstancias. Si la calidad forma parte indispensable de ellos, el carácter que se foga en un entorno así, no es menos.

De igual manera, la mítica cancha es también la mejor prueba de que existe la grandeza sin reconocimiento, aquella que se disfruta para sí mismo y unos pocos privilegiados y que, a pequeña escala, es capaz de desafiar la magnitud de toda una NBA. Si hablar del Madison Square Garden impone un respeto del que muy pocos dudan, hablar de Rucker Park no consigue una sensación menos sobrecogedora.

"Dentro de cada Michel Jordan hay un Earl Manigault. Hay que tener cuidado, no todos pueden lograrlo. Algunos se caen, ese es mi caso. - Earl Manigault -

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