domingo, 30 de noviembre de 2014

Álvaro Morata: el heredero anhelado


En un equipo con la brutal exigencia del Real Madrid existe un inusitado temor al riesgo. Cada segundo de juego está destinado a alcanzar la gloria, a batallar sin tregua por el título en disputa, sin descanso; sin ocasión, si quiera, de recular para tomar impulso en lo que es una continua carrera de resistencia. Por esta razón, el tiempo que solicita la construcción de toda obra adquiere un concepto complicado en el Santiago Bernabéu, donde el presente conecta con el futuro, sin posibilidad de que lo uno se convierta pausadamente en lo otro. Porque la pausa no existe y porque la espera no tiene cabida en un camino que exige pasos seguros y constantes.


A tenor de lo visto, este parece ser el único escollo con el que Álvaro Morata está topando actualmente. Ha tumbado todos los muros que se interponían entre él y su gran sueño, ha derribado auténticas montañas, ha saltado obstáculos, ha esquivado trabas. Y lo ha hecho porque la superación de todo eso dependía única y exclusivamente de él mismo. En el último partido de Liga ante el Levante, el joven canterano exhibía una imagen muy familiar para la parroquia madridista, aunque no en su propia persona: verle recoger el balón del fondo de la malla con el tiempo cumplido en un partido en el que los blancos perdían, rememoraba en la visión del madridismo a aquel capitán insaciable, que nunca daba nada por perdido, que alentaba a sus compañeros hasta el último suspiro, que obligaba y se obligaba a honrar a un escudo cuyos valores siempre tuvo muy claros. Y es que para muchos, Álvaro Morata es el deseado heredero de Raúl González Blanco:canterano, hombre de valores de la casa, casta, garra, orgullo y sentimiento; todo ello aderezado de una calidad que ya no admite discusión.


Poca o nula es la necesidad de rememorar lo que ha sido y aún sigue siendo una carrera deportiva elogiable a todas luces. Desde el salto a La Romareda de aquel muchacho de 17 años que encandiló a propios y extraños hasta aquel jugador maduro de 36 que regresaba en homenaje al Santiago Bernabéu con la misma ilusión de antaño pero un bagage inagotable de recuerdos a sus espaldas, transcurrieron 20 años en los que el eterno capitán fijó una trayectoria que todo el mundo conoce a la perfección: goles, jugadas para el recuerdo, carreras, exigencia. Una trayectoria de tal calibre que incluso aquellos que defienden a la figura de Álvaro Moratacomo el futuro delantero del conjunto madridista, guardan siempre un lugar para dejar claro que entre el joven canterano y el veterano Raúl debe salvarse la distancia. ¿Es esto realmente así? En el punto de partida de uno y otro, ¿las diferencias fueron tan grandes como para recelar de Álvaro?

¿Trayectorias paralelas?

Raúl y Morata se iniciaron en las categorías inferiores del Atlético de Madrid; ambos debutan con el Madrid ante el Zaragoza Tras las primeras patadas a un balón en el San Cristóbal de los Ángeles, Raúl ingresaba en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, en cuyo infantil, destacaba ya con la friolera de 65 goles que servían para alzar a los suyos como campeones de España sin haber sucumbido en un solo partido. De ahí pasaría al cadete para revalidar título y cerrar así su etapa como rojiblanco con la desaparición de las categorías inferiores del club presidido, en aquel entonces, por Jesús Gil. Con tan sólo 15 años llega al Real Madrid, en cuyo cadete se confirma como el enorme jugador que había demostrado en el eterno rival de la capital: 71 goles en 33 partidos, que le llevan hasta el Juvenil B. En 1994, ya con 17 años, pasa a formar parte del segundo filial 'merengue' y acude a la llamada de la Selección Sub-18. El fulgurante inicio de campaña (13 goles en 7 partidos), le llevan a debutar en La Romareda con el primer equipo, de la mano de Jorge Valdano.


Del mismo modo, Álvaro Morataarrancaba en la cantera del Atlético de Madrid, donde militó durante dos años (2005/2007), antes de recalar en el Getafe, llamado por Míchel. La temporada en el club azulón supondría su prolegómeno para llegar a 'La Fábrica' con apenas 16 años -uno más que Raúl-, en cuyo Juvenil C empezaría a forjar su particular carrera. Un año más tarde, Morata alterna su presencia en el Juvenil C y en el Real Madrid C y una temporada después, con el Juvenil A, se proclama campeón de Liga y de la Copa de Campeones, además de plantarse en la final de la Copa del Rey, todo ello con una aportación de nada menos que 34 goles.

En lo que era ya un ascenso imparable, un año después llega al primer filial 'merengue', donde se convertiría en una de las piezas más importantes del ascenso. Un bagaje global en el Castilla de 45 goles en 83 partidos en divisiones tan complicadas como la Segunda B y la Segunda. Fijo en los combinados sub-17, 18, 19 y 21 (dos Eurocopas y un Mundial), su aportación hace evidentes las razones: 29 partidos, 27 goles. Al igual que Raúl González, Álvaro Moratadebutaba con el primer equipo en La Romareda con tan solo 18 años -uno más que el ex '7' blanco-.

Raúl apenas jugó con el primer filial; Morata ha sido pieza fundamental en el CastillaLa fulgurante marcha de Raúl en las categorías inferiores del Real Madrid sólo le dieron para disputar nueve partidos en los dos primeros filiales -8 con el C y uno con elCastilla-, mientras que Álvaro Morata sí tuvo la oportunidad de curtirse como futbolista tras tres grandes campañas en el Castilla -77 partidos y 41 goles-. A pesar de que las credenciales de Raúl habían sido expuestas, prácticamente en la categoría Juvenil, Jorge Valdano no lo dudaba a la hora de extrapolar el talento de ese jovencísimo jugador hacia los estadios de Primera División y hacerlo, además, con plena confinanza y nula vacilación. Así lo demuestran sus 28 partidos en LIga la campaña de su debut, que además le dieron para marcar 9 goles. Una situación, aquí sí, totalmente opuesta a la vivida porÁlvaro Morata. A pesar de haber demostrado una enorme capacidad para lidiar en categorías del calado de Segunda y Segunda B, la temporada del debut del madrileño con el primer equipo se traducía en dos partidos, cero goles. De hecho, en las tres campañas completas que Morata lleva con el primer equipo, la 2012/13 fue en la que más encuentros pudo disputar, con un total de 15 que le permitían marcar dos goles y dar tres asistencias.


Distinto momento

La transición que tuvo lugar con la llegada de Raúl en el Real Madrid favoreció también al delantero madrileño, ya que coincidió con los años de ocaso del míticoEmilio Butragueño. Aquel jovencísimo futbolista que sentó al 'Buitre', no lo hacía en la tesitura de desplazar a una de las grandes figuras del madridismo, sino que lo hacía también en la toma de relevo natural de su antecesor en el dorsal, la misma temporada en la que este se despediría de Chamartín para poner rumbo alCelaya mexicano. Bien es cierto también que la polivalencia de Raúl en posiciones de ataque, le permitió retrasar su posición sobre el terreno de juego para desarrollar buena parte de su carrera en la media punta, donde su gran visión de juego entre líneas potenciaba su rendimiento, al tiempo que Raúl se asociaba con muchos de los grandes delanteros que han desfilado por la disciplina del Real Madrid.


Mucho menos sencilla se dio la llegada de Álvaro Morata al primer equipo. Estar por detrás de delanteros consagrados como Karim Benzema y Gonzalo Higuaín, había relegado al canterano a una situación de tercer punta con la que no iba a ser fácil lidiar. Sin embargo, el irregular rendimiento de uno y otro, nunca eliminó del todo el nombre del joven futbolista en las quinielas de algunos. Una especie de situación favorable que aún podía tornarse en mejor perspectiva con la marcha del 'Pipita' al Nápoles en la presente campaña y el bajo bagaje goleador de Benzema, que no acaba de eclosionar como el Bernabéu desearía. Cuatro campañas completas en el Real Madrid con una suma total de 183 partidos y 87 goles, un promedio de 0.48 tantos por encuentro, que parecen insuficientes para lo que se le exige a un delantero del Real Madrid.


Habiendo llegado Álvaro Morata al primer filial 'merengue' en la campaña 2010/11, la comparativa entre los números del madrileño y de Karim Benzemaen esas tres temporadas, no sólo no muestran una absimal distancia que justifique las reticencias por concederle una oportunidad al canterano, sino que en la última campaña, en la que Morata disputó entre el primer equipo y el Castilla 17 partidos menos que Benzema, concluía con un mejor promedio goleador del canterano en contraste con el delantero francés, cuya temporada más destacable sería la 2011/12, campaña en la que se conquistaría la Liga de los récords y que a su vez supondría su tercera temporada en el equipo blanco. Desde su discreta llegada hasta ese momento, la trayectoria de Karim se mostraría ascendente, convirtiendo la citada campaña en el punto de inflexión para ver decrecer de nuevo los números del ariete galo.
En el cómputo global de sus respectivas carreras en la élite del fútbol -valorando aMorata desde su ascenso al segundo filial del Real Madrid-, el promedio goleador de ambos futbolistas es favorable al canterano: 0.47 tantos por partido; 108 encuentros, 48 goles. Mientras que Benzema vierte un promedio total de 0.46: 342 partidos, 157 tantos.

Odiosas comparaciones
Cualquier mínimo titubeo en una posición parece suficiente para convertirse en tema de debate nacional, y si la portería 'merengue' es el claro ejemplo, la delantera no lo es menos. Hace escasas semanas Carlo Ancelotti calificaba a Karim Benzema como 'el delantero titular', no cerrando -eso sí- las puertas a ningún otro jugador que a buen seguro dispondrá de sus correspondientes oportunidades a lo largo de una temporada excesivamente cargada de partidos. Sin embargo, la confianza que el italiano deposita sobre el delantero francés parece no encontrar respaldo en los números.

No arrancaba mal Benzema la que había de ser, de una vez por todas, la temporada de su confirmación. Sin la competencia de Higuaín y con Morata y Jesé guardándole las espaldas, el galo estaba llamado a convertirse -con permiso de Cristiano Ronaldo- en una de las grandes referencias ofensivas del equipo. Y así parecía que sería cuando en las dos primeras jornadas, el galo sumaba dos tantos, ante Betis y Granada respectivamente, que además le servían a su equipo para sumar seis puntos. Después de dos jornadas sin ver puerta, llegaría el Galatasaray en la primera jornada de la Liga de Campeones, donde Karimtambién estrenaría su particular cuenta goleadora, nada menos que con un doblete en territorio otomano. Y hasta ahí.


Desde entonces, cuatro partidos de Liga y otro de la máxima competición continental y el francés no ha vuelto a anotar ni un solo gol. A su particular dificultad para ver puerta en los citados encuentros se le sumaba, además, la preocupante sequía que le lastraba con su selección nacional, con la que a pesar de la confianza de Deschamps, sumaba ya 1.224 minutos sin marcar, aumentando la insostenible presión de una afición -la francesa- hastiada. El tanto anotado en el amistoso ante Australia le servía al '9' madridista para romper su maldición con'les bleus' y tomar una bocanada de oxígeno, pero no para superar a un Álvaro Morata que, en filas madridistas o en las de la Sub-21, se ve obligado a competir por demostrar que puede y debe estar ahí.

Morata lleva 7 goles en 394 minutos; Benzema, 5 en 848La falta de gol que Benzema ha sufrido, en especial con su selección, contrasta con la extraordinaria racha anotadora que protagoniza Morata. Ha disputado 394 minutos menos que su compañero en la delantera pero ha anotado, entre el combinado nacional y su equipo, dos tantos más (siete de Morata por cinco de Benzema). Esto se traduce en la sustancial realidad de que Morata anota un gol cada 68 minutos en la presente temporada, mientras que Benzema lo hace cada 168 minutos. Un dato avalado, también, por la efectividad del delantero madrileño: apenas ha disputado 123 minutos con el Madrid, con el que ha rematado a puerta en siete ocasiones para un 63% de acierto en Liga, mientras que Benzema ha rematado en 22 ocasiones , alcanzando una efectividad del 33% en el campeonato nacional.


Suerte dispar con 'La Roja'
En el anterior apartado queda, pues, en evidencia, que a Morata le basta y le sobra con las oportunidades de la selección nacional para desbancar en la faceta goleadora a su compañero en el Real Madrid, Karim Benzema, dato muy significativo si se tiene en cuenta que el combinado nacional juega en períodos espaciados de tiempo, mientras que el equipo de Carlo Ancelotti suele hacerlo dos veces por semana, gozando ahí de la titularidad el francés. Y es también en las filas de 'la roja' donde llega una de las contraposiciones de Morata con el que mucho esperan sea su gran antecesor:Raúl.


Morata ha ganado dos Eurocopas, siendo además, Bota de Oro en ambas; Raúl no logró alzar ningún título con EspañaMientras que en el Real Madrid, fue Raúl el que gozó de la gran fortuna de disponer de la plena confianza de su entrenador desde el minuto uno, respondiendo este con goles, fútbol y una historia a la altura del club en el que militó, también es cierto que la particular leyenda del eterno capitán no le haría toda la justicia que cabía esperar. Al igual que el propio Morata, su calidad con el balón en los pies pondría a 'la roja' en su camino muy pronto: la sub-18 le hacía debutar en las filas de su primer combinado nacional, seguido después por la sub-19 y la sub-21 hasta llegar a una Absoluta, cuyos números destrozó en su día. Sin embargo, cuatro mundiales (uno con la Sub-20 y tres con la Absoluta), con tempranas eliminaciones para España y tresEurocopas (una con la Sub-21 y dos con la Absoluta) en idéntica tesitura, quedan muy lejos de las dos Eurocopas (Sub-19 y Sub-21) conquistadas por Morata en torneos en los que además, el delantero madrileño se erigía en Bota de Oro.

Morata se vuelca en sus oportunidades con la Sub-21

Con tan sólo 16 años, el combinado Sub-17ya puso sus ojos sobre el habilidoso delantero madridista y la Selección ya no volvió a apartar sus miras de él en sus posteriores categorías, las cuales ha recorrido una a una con idéntico éxito. Tras los dos goles en cuatro partidos que supusieron su debut con la Sub-17 en el Mundial de Fútbol de la Categoría, su figura empezaría a crecer a marchas agiganantadas, encontrando en la Eurocopa de Rumanía Sub-19 una de sus grandes exhibiciones al proclamarse máximo goleador del torneo (6 tantos) y campeón con la Selección. Una soberbia actuación que se vería refrendada dos años después, ya en filas de la Sub-21. El Europeo de Israel fue un claro reflejo de lo que es Álvaro Morata, de su sempiterna lucha en el Real Madrid y también en 'la roja'.


No partiendo como titular indiscutible, supo reclamar su lugar en el escenario adecuado: el césped; con los argumentos necesarios: el gol. Y a través de las herramientas más básicas: la paciencia y la perseverancia, el trabajo silencioso de quien cree en sí mismo y se sabe en posesión de todo lo necesario para extrapolar esa confianza a los demás. No partió en el 'once' titular en su primer encuentro, pero marcó; repitió en el segundo partido y finalmente vio recompensada su actitud con una titularidad en el tercer encuentro, donde de nuevo no defraudó, anotando un nuevo gol para los suyos. Y otro más en semifinales, que además le servía para erigirse -otra vez- en Bota de Oro de una competición que, además, Españaacabaría conquistando. En la final, Morata no anotó pero sí dio la asistencia de gol a los suyos para imponerse a Italia por 2-4.


En absoluto dispuesto a bajar el listón, Morata anotaba, nada menos que un póquer de goles en los partidos de clasificaicón de la que, a priori, será su próxima gran cita futbolística de selecciones, la Eurocopa Sub-21 de 2015. Austria fue absorto testigo del hambre y la ambición goleadora del madridista, que no desaprovecha la más mínima ocasión para demostrar a aquellos que continúan mateniendo dudas sobre lo idóneo de su titularidad en el Real Madrid que merece esa oportunidad.

Aptitudes no le faltan, actitudes tampoco. Morata es un trabajador silencioso, que conoce perfectamente de la complejidad que supone labrarase un hueco en ese club que no espera a nadie, pero también es plenamente consciente de que dispone de todo lo necesario para que las oportunidades que su técnico le dé se conviertan en obras de agradecimiento por su parte, de respuesta a esa confianza que el canterano reclama sin abrir la boca. Morata renovaba en el inicio de esta temporada reafirmándose en su intención de luchar y vencer en la pugna por convertirse en el próximo delantero del Real Madrid y recoger así un testigo cuya grandeza es proporcional a su propia batalla.

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